“Vine con mi título de médico, vengo de Cuba”, dice Dayron, y en esa frase se abre una historia que es, al mismo tiempo, personal y profesional. Su llegada a Uruguay en 2019 fue también el inicio de un nuevo modo de ejercer: “Empecé a chocar con la salud, la medicina es una, pero hay diferencias a la hora de enfrentarte a los escenarios, porque son escenarios totalmente diferentes”. Ese contraste lo empujó a buscar una formación más interdisciplinaria, a tomar decisiones y a construir un camino con más herramientas.
En Uruguay realizó una especialidad en Medicina de Emergencia, un campo que le gusta y que hoy sigue siendo parte de su día a día. Pero, como él mismo reconoce, la emergencia también demanda una energía intensa: “No sé si cuando tenga 50 años tenga la misma energía que tengo ahora para llevar ese ritmo”. En paralelo, empezó a mirar con interés otra área: la nutrición, y en esa búsqueda apareció una opción que terminaría convirtiéndose en un giro de perspectiva: la Maestría en Nutrición.
Dayron lo dice sin rodeos, desde un lugar honesto que también interpela: “Nosotros, los médicos, de nutrición no sabemos nada, los únicos médicos que de formación saben nutrición son los intensivistas”. Lo aprendió en la práctica, con pacientes concretos, en consultas que se repiten: colesterol alto, diabetes, hipertensión. “Vamos a hacer una dieta… ¿qué dieta?”, se pregunta, y recuerda esa lógica reducida que muchas veces se instala: si es diabético, no come azúcar; si es hipertenso, no come sal. “Me faltaban muchas cosas”, admite. Y fue ahí donde, según cuenta, la maestría empezó a ordenar y ampliar.
Eligió el énfasis en Nutrición Clínica porque es el que más conversa con su perfil de médico y con lo que buscaba aplicar en la consulta. “Siento que es ahí donde voy a agarrar más herramientas para poder aplicar en mi día a día”. En su relato aparecen módulos que lo entusiasman, como los vinculados a estilo de vida, microbiota y enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, lo que más insiste en su testimonio es que la nutrición no se reduce a “comer mejor”. “A veces pensamos en nutrición como comida y la maestría de nutrición realmente tiene muchas cosas”. Dayron destaca el abordaje psicoemocional y la importancia de mirar lo que no siempre se pregunta: “Nadie se preocupa por preguntar a esa persona cómo está mentalmente, cómo está emocionalmente, si tiene algún problema en el trabajo, ese estrés que lo lleva a esa presión alta”. Para él, esa apertura de mirada se volvió una herramienta clínica, no un concepto, y lo resume en una idea que le quedó de la cursada: una visión holística del paciente.
También hay un aprendizaje que lo sorprendió por lo evidente y, a la vez, por lo poco integrado que estaba en su práctica: el sueño. “Nunca me había dado cuenta de qué tan importante sería dormir”, confiesa. Desde la maestría, empezó a observar cómo el descanso impacta a nivel metabólico, cómo la deuda de sueño se cruza con la alimentación y con el rendimiento físico y mental. Y lo lleva a una reflexión inevitable sobre su propia profesión, marcada por guardias y ritmos exigentes. En esa intersección, Dayron encuentra una ganancia concreta: no se trata solo de sumar contenidos, sino de conectar piezas que cambian la forma de intervenir.
En su manera de trabajar, el cambio se traduce en acciones. Aclara que no pretende sustituir al nutricionista, pero sí destaca una ventaja clave: poder hacer una intervención inicial mejor orientada y derivar con más criterio. “Me da esas herramientas para que entre que el paciente llegue al nutricionista poder hacer una pequeña intervención y que llegue en mejores condiciones al o la colega”. En ese proceso, también empezó a pensar más en la interconsulta y en el trabajo en equipo. “El nutricionista tiene una visión muy diferente hacia lo que es el paciente”, afirma, y lo define con claridad: una mirada más integrativa del paciente.
Con ese recorrido en marcha, llegó la Semana Internacional en Chile, y Dayron la resume sin dudar: “Fue espectacular, fue muy enriquecedora”. Para él, que ya había vivido el impacto de emigrar y conocer otro sistema educativo, la experiencia confirmó algo fundamental: el mismo problema puede resolverse de maneras distintas según el país y la institución, y observar esas diferencias es parte del aprendizaje.
La semana incluyó actividades académicas en la Pontificia Universidad Católica de Chile, visitas a laboratorios y un componente práctico que lo marcó especialmente. En un laboratorio de nutrición conocieron equipos que no se ven todos los días: una InBody 770 para análisis de composición corporal y un sistema de calorimetría indirecta, orientado a investigación. “Lo escuchamos, lo vemos en clase, pero no lo tenemos”, cuenta. Verlos de cerca y poder interactuar con esa tecnología les permitió comprender mejor su funcionamiento y dimensionar su aplicación en contextos reales.
La agenda también incluyó actividades en la Universidad Mayor y una instancia práctica vinculada a la Selección de Rugby de Chile, donde trabajaron antropometría paso a paso. “Yo como médico no hago antropometría”, reconoce, y justamente por eso lo valora: fue un primer acercamiento práctico a herramientas centrales en el campo de la nutrición. A esos aprendizajes se sumaron contenidos que lo sorprendieron por poco frecuentes en la conversación profesional: suplementación deportiva y una charla sobre doping en el deporte, “un tabú” que, según Dayron, no suele abordarse con apertura. Volvió con más de lo que esperaba: “El retorno fue más de mis expectativas, incluso en temas muy nuevos, temas que no se hablan y ellos ahí los hablan”.
Además de los contenidos, destaca algo que para él define una buena experiencia académica: la coordinación. “Fue una semana muy organizada, siempre que llegamos nos estaban esperando. No fue sorpresa para nadie”. Hospitalidad, planificación, equipos al tanto. En su memoria, eso también cuenta, porque hace que el aprendizaje se enfoque en aprender.
La Semana Internacional reforzó incluso una idea que Dayron ya tenía en mente: explorar en el futuro el énfasis en Ejercicio y Deporte. Le atrae el campo, lo ve en crecimiento y reconoce que hay poca formación disponible en Uruguay. La experiencia en Chile, dice, le abrió más la perspectiva y le confirmó que es un mundo amplio, con mucho potencial.
Cuando habla del impacto del postgrado y la experiencia internacional, Dayron vuelve a su centro: la prevención y la consulta real. Insiste en la importancia de formar más profesionales con mirada integral, especialmente en atención primaria, y señala una tensión que atraviesa el sistema: el tiempo de consulta. “Para tener una consulta integral necesitas tiempo. Y ese tiempo ahí no lo hay”. Aun así, sostiene que incorporar nutrición con seriedad es clave para abordar problemas que se repiten, desde la hipertensión hasta la diabetes y la obesidad, y para trabajar a largo plazo con mejores resultados.
Si Dayron piensa en colegas médicos que hoy están dudando si especializarse en nutrición, su mensaje es directo: vale la pena formarse. No solo por el conocimiento que se adquiere, sino por lo que habilita en la práctica. Para él, la clave no está únicamente en la alimentación, sino en el estilo de vida: cambios sostenidos que impactan en la salud de forma profunda y acumulativa. En ese enfoque ubica el diferencial de su propio recorrido: herramientas para mirar más allá del síntoma, comprender el contexto y acompañar mejor los procesos de salud.
En paralelo, ya proyecta el cierre de su recorrido académico. Su trabajo final adopta la modalidad de proyecto de intervención y lo desarrolla junto a la nutricionista Florencia Medeiros. La propuesta se enfoca en una comunidad y una policlínica específica, con una intervención intergeneracional en adultos mayores con obesidad. El objetivo es claro: que el cambio no sea solo en peso, sino en estilo de vida y hábitos, y que el aprendizaje también alcance, de forma indirecta, a generaciones más jóvenes. Con ese horizonte, Dayron resume el sentido del camino recorrido: sumar conocimiento para tener más oportunidades, pero, sobre todo, para intervenir mejor.






















