Es común escuchar gente hablando de nutrición. Expertos e inexpertos, entrenadores, influencers, modelos. Personas que saben mucho, algo, o poco y nada.
En este contexto donde la nutrición está en auge, Clara Elvers intenta -con éxito- abordar este tema, yendo a lo esencial. Utilizar la disciplina como una herramienta transformadora y entender al ser humano en su totalidad. Dejar de lado el enfoque tradicional y pensar más allá de lo que se sirve en un plato.
Desde muy pequeña, el contacto con la naturaleza fue una parte fundamental de la vida de Clara. Ella creció en Colonia, y recuerda con nostalgia su infancia en la chacra de sus abuelos. Tardes con sus primos donde pasaban horas en la cocina. Para ella, la cocina siempre ha sido un espacio de creatividad y conexión, y ‘desde entonces se sentía toda una experta. “Me encantaba hacer tortas para la merienda,” recuerda Clara con una sonrisa. “Me creía en mi propio programa de televisión, mezclando ingredientes en diferentes bowls, y hablando como si hubiera gente adelante.”
Esta pasión no solo fortaleció su relación con la comida saludable, sino que también la conectó con su familia y su entorno. La preparación de alimentos caseros, usando ingredientes frescos de la huerta familiar, le enseñó la importancia de saber de dónde vienen los alimentos y cómo se preparan. Para Clara, estas lecciones de infancia son ahora las bases de su enfoque nutricional, donde la alimentación consciente y el disfrute de lo que se come son aspectos fundamentales. Entendió que lo que comemos es mucho más que comida; es una de las claves para una vida plena.
Como gran parte de los estudiantes del interior, Clara se mudó a Montevideo para estudiar. Empezó con la carrera de Comunicación en el 2014. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión estaba en un campo diferente. Su interés por la alimentación, que había crecido en paralelo a su vida académica, se hizo cada vez más fuerte, hasta que finalmente decidió hacer un cambio drástico.
En 2020, Clara se graduó en Nutrición en la Universidad Católica del Uruguay, un logro que marcó el comienzo de una carrera que no ha dejado de crecer. No conforme con lo básico, constantemente ella ha buscado nuevas formas de mejorar sus prácticas. Desde entonces, se especializó en áreas clave como adicción alimentaria, alimentación complementaria, baby led weaning, alergias alimentarias e intolerancias. Cada una de estas especializaciones ha sido un paso más en su objetivo de ofrecer a sus pacientes un enfoque integral y personalizado.
Entre las especializaciones de Clara Elvers, destaca su trabajo sobre el déficit de DAO (diaminoxidasa), una condición poco conocida que puede tener un gran impacto en la calidad de vida de quienes la padecen. La DAO es una enzima clave en el metabolismo de la histamina, un compuesto presente en muchos alimentos y que, en niveles elevados, puede provocar síntomas molestos como migrañas, problemas digestivos, enrojecimiento de la piel, y fatiga.
Clara ha centrado parte de su investigación y práctica en identificar y tratar a pacientes con déficit de DAO, ayudándolos a entender cómo ajustar su dieta para minimizar los síntomas y mejorar su bienestar. Su enfoque se basa en la educación nutricional, enseñando a los pacientes a reconocer los alimentos altos en histamina y a gestionar su dieta de forma eficaz. Además, Clara trabaja en recabar datos sobre la prevalencia de esta deficiencia en Uruguay, con el objetivo de desarrollar guías y recomendaciones más específicas para la población local.
Otra área fundamental del trabajo de Clara son las alergias e intolerancias alimentarias. Con una formación sólida en el manejo de estas condiciones, Clara ha profundizado en el estudio de cómo identificar y tratar diferentes tipos de alergias, desde las más comunes, como las alergias a los frutos secos o al gluten, hasta las más raras. Su interés no es solo clínico, sino también de investigación, ya que colabora activamente con otros profesionales de la región para generar datos sobre la prevalencia de estas condiciones en Uruguay y América Latina.
Clara se ha enfocado en la población pediátrica, donde estas alergias suelen ser más evidentes y pueden afectar significativamente la calidad de vida de los niños y sus familias. A través de su práctica, busca no solo aliviar los síntomas, sino también educar a las familias sobre cómo manejar la exposición a alérgenos y qué medidas tomar en caso de reacciones adversas. Además, Clara aboga por una mejora en las políticas públicas relacionadas con la declaración de alérgenos en alimentos, un área en la que Uruguay todavía tiene mucho por avanzar.
Su enfoque no se limita a la nutrición como un fin en sí mismo, sino como un medio para mejorar la calidad de vida en todos los aspectos. Para Clara, la nutrición es una herramienta poderosa que puede influir en la salud física, emocional y mental de una persona. Este enfoque integral es lo que ha ganado la confianza de quienes buscan en ella no solo una profesional, sino una guía en su camino hacia el bienestar.
Este año, Clara ha decidido dar un paso más en su desarrollo profesional y personal, comenzando la Maestría en Epidemiología y Salud Digital. Este nuevo desafío refleja su compromiso con la salud pública y su deseo de entender mejor las complejas relaciones entre la alimentación, la salud y la enfermedad. Clara cree firmemente que solo a través del conocimiento profundo y la investigación se puede llegar a soluciones verdaderamente efectivas y sostenibles.
Hoy en día, Clara ha llevado su amor por lo natural a su vida urbana en Montevideo. A pesar del ritmo acelerado de la ciudad, ha encontrado un rincón de tranquilidad en su propia huerta. "Cultivar mis propios alimentos me da una sensación de paz y control", comenta. Para Clara, mantener una huerta no solo es un acto de sostenibilidad, sino también una forma de reconectar con sus raíces. Entre hierbas aromáticas, tomates y algún que otro vegetal, encuentra un respiro del caos diario y un cable a tierra.
Este pequeño espacio verde le permite experimentar y compartir el valor de una alimentación basada en productos frescos y locales. "Es un espacio donde vuelvo a sentirme como aquella niña que cocinaba tortas para la merienda. Me recuerda lo simple y poderoso que es conectar con lo que comemos."