En julio, un grupo de 12 estudiantes de la Maestría en Rehabilitación Oral de la Escuela de Postgrados de la Universidad Católica del Uruguay viajó a Brasil con un objetivo claro: aplicar y expandir los conocimientos adquiridos en implantología y técnicas avanzadas de rehabilitación dental. La maestría había preparado a los estudiantes no solo en la teoría, sino también en la práctica clínica con pacientes reales, dándoles la confianza para enfrentar desafíos internacionales.
El viaje comenzó en Curitiba en la Universidad ILAPEO, una institución vinculada a Neodent, una fábrica de implantes de Brasil. Esta conexión permitió a los estudiantes participar en procedimientos con pacientes reales, incluyendo técnicas innovadoras como la "carga inmediata", donde los implantes y dientes provisionales se colocan en una sola sesión. "Fue increíble ver cómo los pacientes salían con una sonrisa completamente nueva en unas horas", comentó Matilde Del Olmo, una de las participantes.
La formación en la maestría fue clave para que el grupo pudiera desenvolverse en Brasil. "Ya habíamos colocado implantes durante la maestría, lo que nos dio la preparación necesaria para sentirnos cómodos al trabajar con pacientes en un país extranjero", señaló Matilde. A pesar de estar preparados, la experiencia les permitió ver un enfoque diferente y más dinámico de la implantología, con una mayor cantidad de pacientes y casos.
Luego de una intensa semana en Curitiba, el grupo se trasladó a São Paulo para continuar su formación en la Academia Ivoclar, especializada en materiales dentales. Allí recibieron capacitación en técnicas de maquillaje y cementación de restauraciones dentales, fundamentales para mejorar la comunicación con los laboratorios dentales. Aunque esta parte fue más teórica, ofreció una perspectiva técnica valiosa. "Nos mostraron cómo sacar mayor provecho de los materiales que usamos a diario", añadió Matilde.
Más allá del aspecto académico, el viaje también representó un aprendizaje cultural. "Brasil es un país con un enfoque estético mucho más marcado, y los pacientes son más exigentes en cuanto a los resultados. Eso nos desafió a mejorar aún más", concluyó Matilde.
Gracias a las gestiones de sus profesores, los estudiantes pudieron acceder a esta oportunidad. "Aprendimos mucho, no solo sobre nuevas técnicas, sino sobre cómo enfrentarnos a la realidad del mundo exterior y sentirnos más preparados para lo que viene", finalizó Matilde.