El Congreso Internacional de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y Metodologías Activas se erigió como un faro de conocimiento al congregar a más de 50 expertos nacionales e internacionales, y más de 320 profesionales de la educación uruguaya, incluyendo docentes de distintos niveles y de otras especialidades vinculadas a la educación. El edificio Semprún se transformó en un crisol de ideas, donde se celebraron intercambios enriquecedores, se presentaron propuestas innovadoras, y se llevaron adelante decenas de talleres y ponencias asociadas a la práctica con metodologías activas de enseñanza.
Cada día estuvo marcado por la inspiración, gracias a speakers de alta calidad que iluminaron las jornadas con aportes reflexivos y constructivos de cara al futuro de la educación.
Bob Lenz, referente de PBLWorks,fue el responsable de dar comienzo al evento con maestría, consolidando todas las ideas de la necesidad del ABP en la educación del sXXI y dejando una visión unificada y apasionante de la necesidad de la renovación de las prácticas metodológicas docentes y sus impactos.
Luego, Miquel Martinez, destacado experto en aprendizaje y servicio, dio inicio a la segunda jornada con un viaje educativo de profundo significado con experiencias de aprendizaje y servicio, combinando el ABP con un plus de compromiso y servicio solidario.
Finalmente, el cierre quedó en manos de la experta Rosina Pérez Aguirre, referente en metodologías activas de enseñanza en Uruguay que desafió todas las ideas preconcebidas y estimuló las mentes de los presentes y así repensar la necesidad de las metodologías activas de enseñanza. El congreso fue un catalizador de ideas en pro de repensar la educación, la enseñanza y el aprendizaje en las aulas. Durante estos días, los participantes se sumergieron activamente en talleres conducidos por distintos expertos nacionales e internacionales. Varios profesores de la Maestría en Metodologías Activas de la Enseñanza, entre ellos Isabel Varela, Virginia Sanguinetti, Ricardo Lema, Ismael Burone y Daniel Álvarez, compartieron sus conocimientos en talleres interactivos. Además, el director del programa, Manuel Mallarine, desempeñó un papel esencial al liderar cuatro talleres y presentar dos ponencias durante las tres jornadas.
Este acontecimiento se alza como un faro en medio del contexto de transformación educativa que se desarrolla en el contexto global y local. Durante los tres días se generaron debates profundos, se tejieron redes profesionales sólidas, se compartieron las mejores prácticas con metodologías activas de enseñanza y se gestaron ideas que revitalizan las aulas. Este congreso se destacó por brindar un espacio para que los educadores pudieran compartir y aprender colaborativamente. No solo fue un evento de aprendizaje, sino también un catalizador de voces comprometidas en repensar y recrear los modelos de enseñanza y de aprendizaje que moldearán el futuro de la educación con metodologías activas, participativas, colaborativas e inclusivas.
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Bob Lenz es, desde 2015,director ejecutivo de PBLWorks; fue cofundador de Envision Education y se desempeñó como director ejecutivo y jefe de innovación. En Estados Unidos es reconocido como líder en el rediseño de la escuela secundaria, el aprendizaje basado en proyectos, la educación de habilidades del siglo XXI y la evaluación del desempeño. A continuación compartimos la entrevista con Lenz.
Como líder en la reconfiguración de la escuela secundaria y el aprendizaje basado en proyectos, ¿qué ventajas ve en la implementación de proyectos de aprendizaje en la educación secundaria y cómo pueden beneficiar a los estudiantes?
Usando el aprendizaje basado en proyectos, los estudiantes tienen la oportunidad de aprender el contenido académico y las habilidades necesarias. Pero también aprenden lo que llamamos habilidades para el éxito, como el pensamiento crítico, la colaboración, el trabajo en equipo, la creatividad, la gestión de proyectos. Y creo que, aún más importante, obtienen un sentido de agencia para abordar desafíos en sus vidas, comunidades y en el mundo. De hecho, tenemos resultados que demuestran que los estudiantes aprenden más a través del aprendizaje basado en proyectos que con un enfoque tradicional. Pero también me gusta decir que es mucho más divertido. Y no solo es divertido para los estudiantes, también es más interesante y atractivo para los profesores.
Dada su experiencia en habilidades del siglo XXI, educación y evaluación del rendimiento, ¿puede compartir estrategias exitosas para evaluar de manera efectiva estas habilidades en los estudiantes y cómo contribuye esto a nuestra preparación para el futuro?
Para obtener una licencia de conducir, debes pasar un examen, pero también debes conducir y demostrar que puedes hacerlo. Imagina si las personas pudieran obtener una licencia de conducir sin tener que demostrar que saben conducir; no sería seguro. Entonces, para evaluar realmente si los estudiantes pueden aplicar y demostrar su comprensión del contenido, necesitan hacer proyectos, pero también deben evaluarse de manera diferente a través de su desempeño. Esto implica utilizar marcos y rúbricas para guiar a los estudiantes y ayudarles a comprender cómo es el trabajo de alta calidad, así como darles retroalimentación sobre si han creado un trabajo de alta calidad. Esto puede verse en tareas realizadas como parte de un proyecto. Puede ser un proyecto en el que los estudiantes de ciencias ambientales necesitan crear un anuncio de servicio público breve sobre un problema ambiental. Antes de hacer eso también escriben un trabajo de investigación sobre el tema. Entonces, cada uno de estos aspectos puede evaluarse, tanto el video que crearon, tanto en tecnología de video como en contenido, así como la investigación en el trabajo. He co-fundado escuelas secundarias en el área de San Francisco y, para graduarse, los estudiantes deben crear un portafolio que destaque sus mejores proyectos, así como su mejor pensamiento. Cada proyecto tiene una reflexión para que puedan transferir lo que han aprendido y cómo lo harían de manera diferente. Cuando terminan el portafolio, deben defenderlo como una tesis de maestría o doctorado. Pero son jóvenes de 18 años que deben pasar para poder graduarse y asistir a la universidad. Al principio, los estudiantes eran reacios a hacerlo, es mucho trabajo. Pero luego, nuestros estudiantes que fueron a la universidad regresaron y dijeron que debido a ese trabajo, estaban muy preparados para la universidad. Nuestros estudiantes en esas escuelas suelen ser estudiantes de color, afroamericanos y latinos, que tradicionalmente en los Estados Unidos ni siquiera llegan a la universidad. Y si van a la universidad, generalmente no se gradúan. Hicimos un estudio con la Universidad de Stanford y la razón por la que los estudiantes dijeron que tuvieron éxito, a pesar de las probabilidades en su contra, fue el aprendizaje basado en proyectos.Y tuvieron profesores que se preocuparon por ellos.