Conrad Hughes (Sudáfrica, 1974) es director general de la International School of Geneva, reconocida como la escuela internacional más antigua del mundo; es, además, miembro senior en la Oficina Internacional de Educación de la Unesco. Fue coordinador del Programa del Diploma del Bachillerato Internacional, y director y profesor en escuelas de Suiza, Francia, India y los Países Bajos. Hughes es doctor en Educación y en Literatura Inglesa y se desempeña como investigador en el Departamento de Psicología y Educación de la Universidad de Génova.
En julio, en el marco del lanzamiento global del GEM Report de Unesco, Hughes visitó Uruguay. Durante su pasaje por el país, el académico participó del coloquio “Modelos Escolares para la formación de un ciudadano glo-local” en el que participaron estudiantes de las maestrías en Educación de la Escuela de Postgrados de la UCU.
Lo que sigue es una síntesis de la entrevista con Hughes.
¿Por qué crees que es fundamental hoy en el siglo XXI hablar sobre la formación de ciudadanos globales desde la Educación Primaria?
Educación para la paz, educación para el desarrollo sostenible y educación para la inclusión. Los niños necesitan aprender desde una edad temprana acerca de la construcción de la paz. Esto implica diplomacia, pensamiento crítico, ser buenos oyentes, comprender lo que significa ser amables, trabajar en equipo, resolver problemas y manejar conflictos. La inclusión se trata de que entiendan el poder de la diversidad, por qué es importante respetar a personas de diferentes orígenes y culturas, y trabajar realmente para que los niños celebren sus raíces culturales. De esta manera, todos en el aula se sienten orgullosos de sus orígenes. En cuanto al desarrollo sostenible, se trata de comprender que debemos cambiar la forma en que nos comportamos en relación al planeta, que no podemos seguir viviendo de la misma manera. Creo que un ciudadano global realmente considera los objetivos de desarrollo sostenible. Estos son los tres aspectos que promovemos desde temprana edad en la escuela para la ciudadanía global que lidero.
Siempre pone mucho énfasis en la relevancia de la lectura y cómo enriquece el vocabulario y nuestro pensamiento. ¿Cómo debemos fomentar la lectura, cuando las pantallas son la principal fuente de información para las generaciones actuales?
En primer lugar, sabemos que el número de libros que hay en el hogar influye en los resultados educativos. Por lo tanto, si los padres leen y leen cuentos a sus hijos por la noche, y los niños ven a sus padres leyendo, es muy positivo para ellos, ya que crea una cultura de lectura. Pero lamentablemente muchas personas no leen tanto en estos tiempos.
En segundo lugar, en el aula, como profesor de literatura (ahora enseño filosofía, pero fui profesor de inglés por mucho tiempo), es crucial asegurarse de que los estudiantes lean los libros. A menudo, lo que sucede es que se enseña un libro y luego hacen una presentación sobre él, pero no lo han leído realmente. Han revisado notas o resúmenes. Así que hay que ser un poco más estrictos y animarlos a leer. Una excelente manera de hacerlo es leer con ellos en clase. Por ejemplo, tomar una obra de teatro y leerla juntos en clase para que los niños estén leyendo en voz alta, discutiendo sobre ello, creo firmemente que eso puede despertar más interés en la lectura.
No hay una solución mágica. Tengo dos hijos, una niña y un varón. Mi hija lee mucho, le gusta leer. Mi hijo, en cambio, no quiere leer. Él sabe leer, pero solo ha leído novelas o obras de teatro gracias a sus maestros. Creo que tenemos que esforzarnos en utilizar estrategias de lectura, hacerlo en el aula y persistir para crear una cultura de la lectura, así que los padres deben promover la lectura y leer a sus hijos también.
